Culturas Prehispanicas

CULTURAS PREHISPÁNICAS EN AMÉRICA


Las culturas autóctonas del continente americano se inscriben dentro de los grandes focos culturales de la Historia de la Humanidad. Sin embargo, el apasionante quehacer de estas culturas que conforman el horizonte inmediato del llamado Nuevo Mundo sigue siendo poco conocido en la actualidad. Con frecuencia, su pasado prehispánico es asociado a los aztecas, mayas e incas, que representan tan sólo una parte en la dilatada historia que suma miles de años, obviándose otras culturas que de una u otra forma han contribuido a la conformación del contexto material y espiritual de un continente de tal magnitud.




Entre algunos de los mitos de las culturas que habitaron nuestro territorio antes de la llegada de los españoles  encontramos como protagonistas los caciques, como por ejemplo el mito de El Dorado.  En el siguiente video podrás encontrar información sobre como era el ritual para elegir al cacique




El mito que rodea la laguna de Guatavita: El Dorado









Otro mito que nos da cuenta de la maravillosa tradición oral de nuestras culturas es el mito de Bachué:




Ahora conozcamos un poco más de las culturas prehispánicas que existieron en América.

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LOS MAYAS
Los mayas fueron un pueblo sedentario que se ubicaba geográficamente en el territorio del sur de México, Guatemala y otras zonas de América Central. Es especialmente importante su presencia e influencia en los territorios de las actuales Guatemala y Belice, con una rica historia de unos 3.000 años. Los antiguos mayas fueron una de las culturas mesoamericanas precolombinas.



Los mayas contruyeron grandes templos y grandes ciudades como Nakbé, San Bartolo (en el norte del Petén), Tikal, Palenque, Copán, Calakmul, así como Uaxactún, Piedras Negras. Los monumentos de las mayas más notables son las pirámides que construyeron en sus centros religiosos.


Chichén Itzá


LA ASTRONOMÍA MAYA Y SU IMPORTANCIA EN LA ACTUALIDAD

Los mayas conocieron desde el tercer milenio a. C. como mínimo un desarrollo astronómico muy polifacético. Muchas de sus observaciones han llegado hasta nuestros días. Conocían con gran exactitud las revoluciones sinódicas de los planetas Mercurio, Venus, Marte Júpiter y Saturno. Calcularon los períodos de la Luna, del Sol y de estrellas como las Pléyades, que señalaban los inicios de algunas festividades religiosas.

Su Cosmología se basaba en La Vía Láctea, a la que llamaban Wakah Chan y relacionaban con Xibalbá, el camino al inframundo. Tenían un Zodiaco, basado en la Eclíptica. Sólo los sacerdotes tenían acceso al conocimiento astronómico, pero la gente los respetaba y organizaba su vida de acuerdo a sus predicciones.




LOS AZTECAS

Tradicionalmente llamados aztecas, los mexicas son un pueblo de filiación nahua, que en un momento de la historia llegó a constituir el núcleo del imperio más extenso de Mesoamérica, allí donde fundaron México-Tenochtitlan. Asentaron la cabecera de su imperio en un islote del lago Texcoco que hoy se encuentra prácticamente seco y es el lugar del actual asentamiento de Ciudad de México. Para alcanzar el poderío que tuvieron, los aztecas se aliaron con otros pueblos indígenas de la cuenca lacustre del valle de México, Tlacopan y Texcoco, sometiendo a otros pueblos asentados en la zona centro y sur del actual territorio de México



LOS INCAS
La zona central andina de la América del Sur es uno de los ámbitos más ricos en vestigios de importantes civilizaciones antiguas en todo el mundo. En la antigüedad existieron en esta zona varias culturas muy desarrolladas que, desde muchos siglos antes del comienzo de nuestra, era fueron apareciendo y desapareciendo y superponiéndose unas a otras, hasta llegar a confluir todas en una sola, que se convertiría en una de las más importantes civilizaciones de todos los tiempos: el imperio Inca. Aproximadamente a partir del año 1200 a. C. comienzan a desarrollarse las primeras culturas en la zona de la costa norte del actual Perú. Es en esta época cuando empiezan a surgir los primeros indicios del nacimiento de núcleos poblacionales, pequeñas aldeas que configuran los primeros antecedentes del urbanismo andino. Con el correr de los años, los centros religiosos se van transformando en populosos núcleos urbanos que albergan residencias, mercados, y órganos administrativos, políticos y religiosos. La economía de estos centros se apoyaba primordialmente en el desarrollo y control de grandes extensiones territoriales dedicadas a la economía agrícola y la ganadería, mientras que el mantenimiento específico de los órganos de poder residía en un sistema de tributación del pueblo que incluiría no sólo la aportación de materias primas sino también de la prestación de labores en obras públicas, o prestando servicios a las clases dirigentes.








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